Guía de buenas prácticas Go Sebastiana
Guía de Buenas Prácticas para la Esquila: Calidad y Bienestar Animal
La esquila es un proceso fundamental en la producción de lana, que no solo impacta en la calidad del producto final, sino también en el bienestar del rebaño. La implementación de buenas prácticas permite garantizar una esquila eficiente, segura y respetuosa con los animales.
Preparación del Entorno y del Rebaño
Antes de iniciar la esquila, es esencial preparar tanto el espacio de trabajo como a los animales:
- Limpieza del área: El espacio debe estar limpio y contar con una ventilación adecuada, evitando corrientes de aire fuertes.
- Revisión del rebaño: Es necesario identificar previamente cualquier problema de salud en las ovejas para prevenir complicaciones durante la esquila.
- Organización del rebaño: Separar los animales en grupos según raza, calidad de lana o color, al menos 24 horas antes, ayuda a reducir el estrés.
Logística y Equipamiento
- Flujo de trabajo eficiente: Diseñar un sistema que permita que las ovejas pasen rápidamente del corral a la zona de esquila minimiza el tiempo de espera y reduce la inquietud del rebaño.
- Equipamiento adecuado: Se recomienda el uso de cuchillas bien afiladas y ajustadas para evitar tirones o cortes innecesarios. Es fundamental contar con equipos de repuesto.
- Mantenimiento y seguridad: Es importante limpiar regularmente la máquina de esquila para evitar acumulaciones de grasa y lana. Además, cualquier corte en los animales debe desinfectarse de inmediato.
Esquila Consciente y Respetuosa
- Sujeción adecuada: Las ovejas deben ser sujetadas de manera segura sin ejercer presión innecesaria que pueda causarles daño o estrés.
- Movimientos precisos y continuos: Un esquilado fluido y sin interrupciones reduce la incomodidad del animal y mejora la calidad del vellón.
- Supervisión del rebaño: Tras la esquila, es importante revisar a los animales para detectar signos de estrés o lesiones y aplicar desinfectante en los cortes si es necesario.
Selección y Clasificación de la Lana
Una vez retirada la lana, es fundamental llevar a cabo un proceso de clasificación para asegurar su calidad:
- Extensión e inspección del vellón: Se debe extender el vellón completo sobre una mesa para evaluar su estado.
- Clasificación por calidad: Se deben considerar aspectos como textura, longitud de fibra y limpieza.
- Separación de zonas de menor calidad: Partes como el vientre y las patas suelen contener más impurezas y fibras menos uniformes.
Almacenamiento y Conservación de la Lana
- Agrupación según calidad y destino: Los vellones deben almacenarse en sacos transpirables de yute, correctamente etiquetados con información sobre la fecha de esquila, calidad y características de la lana.
- Condiciones de almacenamiento: Es fundamental disponer de un espacio seco, ventilado y libre de plagas para evitar deterioros.
Registro y Evaluación del Proceso
- Documentación de la producción: Registrar el peso total de la lana, la calidad de los vellones y otras observaciones permite evaluar la productividad y planificar mejoras.
- Análisis post-esquila: Se recomienda realizar una evaluación del proceso, identificando aciertos y aspectos a mejorar para futuras esquilas.
Compromiso con la Calidad y el Bienestar Animal
La aplicación de estas buenas prácticas garantiza no solo una esquila eficiente y de calidad, sino también un proceso respetuoso con los animales. La combinación de un manejo adecuado, herramientas en buen estado y un equipo capacitado es clave para lograr un resultado óptimo y sostenible en la producción de lana.
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